Uxu Kalhus



Carbajo. 29 de octubre de 2011. Nos han contado que aquí, tan cerca de donde el Tajo nos une y nos separa, lleva celebrándose desde hace algunos años un festival de corte folk que, por momentos, pretende reivindicar nuestro lado celta.

Esta noche actúan Uxu Kalhus. Sí, bueno. Alguien podría decir que son un grupo de música tradicional, y que su presencia en este universo cantarranero, que tanto presume de rock, no tiene sentido. No lo vamos a discutir.

Nada más llegar al pueblo nos los encontramos con sus guitarras a la espalda. Van a cenar. Saludos cordiales. Actuamos los últimos. Antes de nosotros lo hacen dos grupos venidos de allende las Españas. La buena noticia es que el festival sigue en pie. La temperatura no es nada agradable. La mala noticia es que ellos llaman “actuar los últimos” a bien entrada la madrugada. Casi las tres. Esta noche cambian la hora en media Europa.

En el pabellón de deportes no hay todavía mucha gente. Con el inicio de los sones de gaitas y dulzainas comienza a acercarse la gente al escenario. A pesar de ser un pabellón, el sonido es bastante bueno. Tendremos que esperar unas cuantas de horas, y sobrellevar lo mejor que se pueda esas gaitas y esas dulzainas. Nosotros vamos buscando un concierto de rock a un festival que hace bandera de la música tradicional. Nosotros vamos buscando el camino lusitano que traza el río a un festival que hace lucha de la herencia céltica.

Maravillosos. Son casi las tres y el comienzo del concierto es emocionante. Joana Margaça (voz) y Luis Salgado (batería) se marcan un inicio de concierto sublime. Se va incorporando el resto del grupo. ¿Grupo? Esto no es un grupo. Esto es un grandísimo proyecto musical que empezó hace 10 años en Évora, donde el Alentejo, y que sí, tomó como punto de partida la música tradicional alentejana (no busques en ellos fado), y que sí, usan flautas y oboes (Paulo Pereira), pero también guitarras eléctricas (Tó Zé), bajo eléctrico (Eddy Slap) y teclados (André Lourenço).

Con el nombre ya pareciera que quisieran dejar clara sus intenciones. Uxu Kalhus es algo así como la transcripción fonética de chocalhos, cencerros en su lengua materna. Tradición y modernidad. Tan fácil como eso.

Cuando escuchas su primer trabajo, A revolta dos badalos, de 2006, ya percibes que quieren romper fronteras entre géneros. Rock, Jazz, Tradición, fusión en suma, pero fusión desde la arquitectura rockera.

Tres años después se despachan con un soberbio Transumâncias Groove en el que insisten con la descontextualización de la cultura pastoril, de traerla a nuestros días de electrónica y beatbox.

Ya no queda mucha gente en el pabellón de Carbajo, pero la visita que hacen a Extravagante, esa joyita alentejana que popularizó Janita Salomé, el genio de Redondo, hace presagiar que su nuevo disco va a ser igual de fascinante que sus anteriores trabajos.

Se ha atrasado el reloj. Hay que volver a casa. Queda una hora de camino. Pasamos por esas tierras rayanas que tanto nos gustan. Al fondo las luces de Castelo Brando y de Valencia, y de Marvâo. En el coche está sonando Legaliza Malaquias. Toda una declaración de intenciones.

Este texto vio por primera vez la luz en la Revista Grada, en su número 51, correspondiente a noviembre de 2011.